lunes, junio 02, 2008

La comba del título


Mientras el Teamgeist rojiblanco volaba sobre el gramado del repleto Olímpico, la tensión de que ese balón definiera todo acalló hasta el bullicio más insoportable. Como cuando le ponemos el “mute” al televisor, todo se veía más lento, más silencioso, más decisivo.

Villafraz, expectante, veía cómo su tiro adquiría vuelo y efecto. Ni el viento caraqueño, cómplice del rojo, logró desviar lo inevitable. Ese Teamgeist, siguiendo las órdenes del pie derecho del talentoso merideño, viajó hasta la red rival. Vicente Rosales no pudo compensar su mala colocación con una volada. Pero es que ni Aquiles, el de los pies ligeros, alcanzaba ese puñal esférico.

Sin querer quedar como los antipáticos “especialistas” que se la dan de pitonisos (“yo lo sabía”, dicen siempre), ese golazo que hizo gritar a casi cinco mil aurinegros en Caracas, y a quién sabe cuántos cientos de miles en los Andes, dejó una estela de campeón. Sacudió los cimientos de la confianza del Caracas, fortaleció las bases de un implacable Táchira y dejó una sensación de que poco más podía hacerse. Era irreversible.

Terco, “Chita” Sanvicente no dejó que esa sensación lo hiciera esclavo. En Pueblo Nuevo envalentonó como siempre a los suyos y les dijo que nada era imposible. Con actitud y carácter, lucharon hasta morir ante su rival; pero murieron. Con honor, pero cayeron. La actitud y el carácter no bastaron. Enfrente estaba un enemigo forjado en las batallas más crudas, inteligente a toda prueba y alimentado por el hambre de títulos.

Una lucha intensa, inolvidable, que una comba definió antes de lo pensado.
Foto: Édixon Gámez / Líder en Deportes

2 comentarios:

Melo Munped dijo...

Jajaja.. Estás pasado, esto es un "autofusil". Líder y el blog.

Manuel De Oliveira dijo...

Para que mis amigos que no compran Líder lo lean, jaja.